El
juego nos sitúa en el mundo fantástico de Eora, donde tomaremos el
control de un personaje, elegido por nosotros mismos, que viaja en una
caravana y que se ve atrapado en una extraña tormenta que cambiará el
rumbo de su vida.
A partir de ahí, y llevado por diferentes
acontecimientos que se producen, tendremos que proseguir nuestro camino,
el cual nos envolverá en una gran cantidad de situaciones con un
enemigo bastante peligroso al que destruir. Contar algo más sería entrar
en spoilers.
El juego tiene su mayor virtud en su historia. Es
simplemente inmensa. A través de nuestras conversaciones, eventos y los
textos que vamos encontrando, iremos conociendo en detalle todo lo que
conforma este mundo, con un nivel de precisión simplemente espectacular.
En este aspecto, este juego tiene pocos competidores que le superen.
Pero claro, para conseguir esto hay que hacer ciertos “sacrificios”, y
no hablo del juego sino del jugador.
Hay que tener claro que este juego es un RPG puro al 100%. ¿Y qué
significa esto? Para empezar textos kilométricos, donde cada detalle es
importante y donde tendrás que leer una barbaridad. Si esto te gusta,
aquí estarás en tu salsa.
Además, el sistema de combate es en tiempo
real, aunque se puede pausar la acción para dar órdenes. De hecho,
tendrás que detener el combate cada dos por tres para ir dándoles
órdenes a tus personajes. Esto puede no gustar a todo el mundo, porque
por cada acción diferente lo más coherente será pausar la batalla para
decirles a nuestros personajes lo que deben hacer.
Otra cosa a destacar son los mapas. En los RPG puros clásicos,
generalmente, las diferentes ubicaciones que vayamos visitando son
enanas. No es que el mapa del juego sea enano, sino que cada lugar que
compone el juego es enano. Podemos visitar una ciudad bastante grande
dividida en diferentes zonas, y esas zonas son pequeñas. Esto puede
resultar algo bastante molesto en algunos momentos. Ya no solo al
cambiar de zona, sino dentro de las mismas si, por ejemplo, entramos en
una casa. La casa es un mapa diferente a la zona exterior, y por lo
tanto deberá ser cargado igualmente. Lo mismo pasa con cuevas o
similares.
Si te gusta leer, este juego te ofrecerá textos realmente bien escritos
que te presentarán un mundo y unos personajes llenos de detalles más
allá de donde la vista alcanza. Además, el juego presenta un argumento
mucho más maduro y atrevido, hablando sobre la vida, la muerte y el más
allá.
Pero no solo el argumento principal será maravilloso, también
lo serán la ingente cantidad de misiones secundarias que podremos llevar
a cabo, las cuales serán muy variadas e influirán de manera decisiva
algunas de ellas en el devenir de la historia principal. Ayudando a
forjar, o a destruir, las relaciones con otros personajes del juego y
que nos irán poco a poco situando en un bando u otro.
Particularmente, a mí la historia me fascinó. Toda la trama del juego es
simplemente sobresaliente, con todos esos detalles tan bien
implementados y esa atmósfera tan bien recreada en todos y cada uno de
los escenarios.
Todo en el juego está perfectamente detallado, con
esa perspectiva isométrica que tan bien le sientan a este tipo de
juegos. Es una gozada entrar en una casa y ver lo detallado que esta
todo. Las alfombras, los libros encima de las mesas, los cuadros, las
sillas… todo. Realmente es como visitar casas en miniatura perfectamente
recreadas. Y esto mismo se puede aplicar a todo lo demás, ya hablemos
de las calles de la ciudad, los bosques, las cuevas, o las zonas
costeras, entre muchos otros parajes. Sí, es cierto que la mayoría del
ambiente es estático, pero es un mal menor totalmente insignificante.
La música, por su parte, también está a un buen nivel, con temas muy
bien seleccionados y que ayudan a recrear perfectamente aquello que
estemos viviendo en ese momento dentro del juego.
Como tal, Pillars of Eternity puede llegar a ser un
juego realmente inmenso que abarcar, y eso tiene un resultado directo en
la duración del mismo, que puede extenderse más allá de las 100 horas
con suma facilidad. Todo dependerá de lo mucho o “poco” que queramos
sumergirnos en ese mundo y sus misiones.
En definitiva, es un juego
realmente redondo para todo aquel que disfrute con las experiencias de
RPG puras. En algunos aspectos no llega al nivel de Baldur’s Gate,
como las alineaciones de sus personajes y el resultado plasmado en el
mundo que les rodea, pero tampoco tendrá nada que envidiarle.